«ld y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis» (San Mateo, 10)
En el sueño de Jesús, ofrecerse y regalarse, se convirtió en toda una aventura para Él. A través de su vida, nos compartió lo recibido del Padre: viajo por las aldeas donde vivía curando, sanando, infundiendo vida y ofreciendo la ternura que el mundo a día de hoy, aún reclama. Eso que hoy llamamos humanización. Eso que hoy, nosotros escondemos bajo máscaras y escudos que nos impide ofrecer la mejor versión de nosotros mismos: La posibilidad de levantar una sonrisa en las personas que nos rodean.
¿Por qué nos sorprende tanto cuando alguien en la calle nos da los buenos días con una sonrisa? ¿Cuando el trabajador que nos atiende en ventanilla nos sonríe y mira a los ojos?
No escondamos los regalos que habitan en nuestro interior. No nos quedemos en la superficialidad del envoltorio. La semilla que Dios ha puesto en nosotros, no necesita grandes adornos, más bien, necesita que retiremos todos los obstáculos que impiden que nuestro corazón pueda ver la luz.
¡Regálate y el mundo brillará más! 🙂
¡Feliz Jueves familia! #Betania